La Danza como ritual de meditación
En occidente los conocemos como: los "Derviches danzantes o girófagos"; se trata de la orden Mevleví, una orden sufí creada en el siglo XIII, en Turquía por el gran místico y poeta persa Jaludin Rumi.
"Sema" es el nombre de este ritual mevleví, un rito de meditación que es danza, donde cada hombre se mueve con movimientos de rotación y de traslación (al igual que los planetas en la esfera celeste) Se busca dejar atrás, como un capullo abandonado, el limitativo ego personal para alcanzar la perfecta infinitud en Dios. Entonces veremos al maestro inmóvil, ocupando el centro e invocando el nombre de Alá y a los danzantes girando, mientras van haciendo movimientos de traslación en torno a él.
Nada está librado al azar en esta danza; son leyes cósmicas que hacen que cada uno se entrelace con el otro en una palpitante estructura armónica. Es un éxtasis de la conciencia que busca despertar a otro nivel del ser para participar del Yo absoluto de lo divino.
Aunque la influencia de occidente ha llevado en la actualidad a convertir al sema en una mera atracción turística; susbsisten sin embargo algunos monasterios (muy pocos y ocultos) donde la práctica mantiene su conexión trascendente.
El sentido del ritual ya está presente en la vestimenta de los danzantes :
El color blanco de la amplia y larga túnica simboliza la mortaja del ego; (el blanco es un color de luto para el Islam )
El manto negro con que se cubren antes de iniciar la danza representa la tumba; por eso el danzante se lo quita antes de entrar en la danza, simbolizando su renacimiento como un nuevo hombre en la verdad
El gorro marrón oscuro es imagen de la lápida del ego
También es interesante el simbolismo de la posición que adoptan los derviches tanto al comienzo como al final de la danza, cuando quedan inmóviles con los brazos en forma de cruz sobre el pecho; el sentido de ésta posición es el de evocar, a través de la imagen corporal adoptada, la unidad , el uno como testimonio de la unidad absoluta del dios; luego al comenzar los giros y durante la danza con ambos brazos abiertos, veremos que la palma derecha apunta hacia lo alto y la izquierdo se vuelca hacia la tierra; haciendo del derviche un canal a través del cual la energía de lo alto se conectan con el mundo de lo terrenal; (cada derviche como vínculo entre el dios y sus criaturas)
También es profundo el simbolismo de las diferentes etapas de la danza; así en las vueltas alrededor del espacio de la danza (en sentido contrario a las agujas del reloj) se dan cuatro movimientos: el primero representa el nacimiento a la verdad; el segundo el éxtasis del humano ante el esplendor de lo creado; el tercero la disolución del ego en el amor hacia el Amado; y el cuarto simboliza el retorno al mundo de la tierra ya convertido el derviche en servidor del dios
El manto negro con que se cubren antes de iniciar la danza representa la tumba; por eso el danzante se lo quita antes de entrar en la danza, simbolizando su renacimiento como un nuevo hombre en la verdad
El gorro marrón oscuro es imagen de la lápida del ego
También es interesante el simbolismo de la posición que adoptan los derviches tanto al comienzo como al final de la danza, cuando quedan inmóviles con los brazos en forma de cruz sobre el pecho; el sentido de ésta posición es el de evocar, a través de la imagen corporal adoptada, la unidad , el uno como testimonio de la unidad absoluta del dios; luego al comenzar los giros y durante la danza con ambos brazos abiertos, veremos que la palma derecha apunta hacia lo alto y la izquierdo se vuelca hacia la tierra; haciendo del derviche un canal a través del cual la energía de lo alto se conectan con el mundo de lo terrenal; (cada derviche como vínculo entre el dios y sus criaturas)
También es profundo el simbolismo de las diferentes etapas de la danza; así en las vueltas alrededor del espacio de la danza (en sentido contrario a las agujas del reloj) se dan cuatro movimientos: el primero representa el nacimiento a la verdad; el segundo el éxtasis del humano ante el esplendor de lo creado; el tercero la disolución del ego en el amor hacia el Amado; y el cuarto simboliza el retorno al mundo de la tierra ya convertido el derviche en servidor del dios
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