Jeroglífico azteca del Fuego Nuevo:
La serpiente sostiene la piedra de fuego;
las dos manos giran el bastón sagrado sobre la piedra
de modo de hacer brotar la chispa del Fuego Nuevo
El Fuego Nuevo era un ritual celebrado por lo mexicas para celebrar el xiuhmolpilli o atadura de años, (la coincidencia en el inicio de los calendarios xiuhpohualli y el tonalpohualli,) lo que sólo podía darse cada 52 años. El ciclo estaba regido por la cifra 13 que representa el transcuso del tiempo y las 13 casas del cielo (en él se basaba el calendario mágico -Tonalpohualli- formado por 20 meses de 13 días)
En ese momento las Pléyades (Tianquiztli) estaban nuevamente en el centro del cielo a medianoche. Esa noche se llamaba "Toxiuhmolpia" y coincidía con la fiesta de Quetzalcóatl que inauguraba la Edad del Centro (5° era)
Según la mitología mexica, era en ese momento, en esa noche, que podría ocurrir el cataclismo que terminara con la era del Quinto Sol, donde el mundo entero sería destruido por terremotos.
Pero si las Pléyades pasaban el cenit en esa noche del último día del ciclo de 52 años, el mundo no sería destruido y se encendía de nuevo el fuego sagrado.
Así, al final del último día de cada ciclo, cuando el sol se estaba poniendo y se temía que éste desaparecería para siempre, se apagaban todos los fuegos y la preocupada población se reunía al pie de la pirámide; allí los sacerdotes observaban cuidadosamente los cielos y arrancaban el corazón a una víctima mientras encendían el Nuevo Fuego, de este modo el sol renacía y se había salvado de nuevo el mundo de la destrucción
Comenzaba entonces un nuevo ciclo de 52 años
Sólo los sacerdotes podían encender el Fuego Nuevo; luego la población desechaba los palos con los que se había encendido el fuego en el momento de la ceremonia; ésta aún se realiza en el Cerro de la Estrella
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