Nos quedamos quietos
y el gesto vuelve a tener firmeza,
grandeza
crecimiento hacia un lugar
en el que el Ser
siempre ha estado.
Se conversa con los ojos,
con la imperceptible vibración
Y rodea nuestro corazón
un calor
que no nos pertenece.
"Las temporadas de Juan (Procesos y Curaciones)" de Juan M. Rey
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