Hay una fecha; la del 25 de diciembre en la antigüedad pagana, señalada como el día del nacimiento del hijo de la Madre de los Cielos, asociado con Nimrod y el dios del sol. Semiramis.
Sus seguidores afirmaban que un 25 de diciembre un árbol de eterno verdor brotó durante la noche de un tocón seco en Babilonia, y que Nimrod volvería secretamente todos los años, el mismo día y a la misma hora para dejar presentes en el árbol.
La Iglesia Católica hizo un uso propio de esa fecha y, con el fin de convertir a los pueblos paganos al cristianismo, estableció el 25 de Diciembre como fecha del nacimiento de Jesús, así en lugar de celebrar a un dios pagano, se estaría celebrando al único y verdadero Dios hecho hombre
De acuerdo a las diferentes culturas, la significación del árbol de navidad es variada. La historia germana, por ejemplo, dice que el árbol sostenía al mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol. Era un símbolo de vida, porque a pesar de los duros inviernos, éste no perdía su follaje y verdor.
Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifröst, el arco iris, todos los dioses cruzaban por él para entrar en el Midgard.
Yggdrasil rezuma miel y cobija a un águila sin nombre que entre sus ojos tiene un halcón que se llama Veðrfölnir, a una ardilla llamada Ratatösk, a un dragón llamado Níðhöggr y a cuatro ciervos, Dáinn, Dvalin, Duneyrr y Duraþrór. Cerca de sus raíces habitan las nornas.
La celebración del nacimiento del dios de la fertilidad en los pueblos nórdicos tenía lugar en fechas próximas a la actual Navidad cristiana, lo que también actúa como antecedente de la posterior resignificación de dicha fecha por la iglesia cristiana
Recién a partir del siglo XVII aparecen los primeros testimonios escritos que nos hablan concretamente de un árbol de navidad; esto ocurre en Alsacia, pero ya un siglo antes se tienen indicios en los países nórdicos de las primeras reuniones familiares en torno a un árbol para navidad. (el día 24 los niños eran sacados de sus viviensas y llevados a pasear, a su regreso eran sorprendidos con la aparición en sus hogares de un árbol muy bello y decorado, así daba inicio el festejo de la navidad.)
Algunas leyendas de siglos anteriores dan cuenta del nacimiento milagroso de dicho árbol; así narra una leyenda que, en la primera mitad del siglo VIII, un roble que los paganos consideraban sagrado cayó sobre un abeto. Milagrosamente, éste quedó intacto, por lo que fue proclamado el árbol del niño Jesús. (Su forma triangular se dijo que era representativa de la Santísima Trinidad, con el Dios Padre en la cúspide.)
De manera similar otra leyenda cuenta como Winfrid, un monje inglés, talló en Nochebuena un roble que era utilizado en las festividades paganas para ofrecer vidas en sacrificio. En ese mismo lugar brotó, 'milagrosamente', un abeto, por lo que se decidió tomar este árbol como emblema del cristianismo.
Según otras leyendas hay que atribuir el origen del árbol al monje inglés San Bonifacio. Cuentan que, en uno de sus viajes, San Bonifacio encontró a un grupo de paganos alrededor de un gran pino en el instante en el que iban a sacrificar a un niño en honor al dios Thor.
Para evitar esto, el monje dio un golpe de puño de tan tremendo poder que derribó el árbol y entonces dijo a los paganos que ese pino era el árbol de la vida eterna de Cristo.
Como vemos en estas tres leyendas el elmento común parece ser la transformación milagrosa del árbol, de símbolo pagano a símbolo cristiano
Pero hay aún mas leyendas; una de ellas nos dice que en tiempos del Rey Arturo, Persifal, uno de los caballeros de la Mesa Redonda, descubrió un árbol lleno de luces brillantes, que se movían como estrellas, mientras buscaba el Santo Grial o cáliz de la última cena de Jesús.
Como ya dijimos el moderno árbol navideño proviene de Alemania. y sus primeras referencias datan de finales del siglo XVI, cuando un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo.
Hasta el siglo XIX no llegaría a Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Puerto Rico, China y Japón.
A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria
La tradición del abeto decorado salió de Inglaterra a Estados Unidos, en los tiempos de la colonización. Se atribuye a August Imgard, un hombre de Ohio, la instalación del primer árbol navideño, en 1847. A partir de ese momento, se propagó velozmente en la cultura norteamericana
En lo que hace a España, el árbol navideño llegó recién a principios del siglo XX.
El árbol de navidad, se afirma en los círculos cristianos, es un signo muy especial, en primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio del Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso en completa amistad Dios.
Después viene otro simbolismo por el nacimiento de Cristo, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida. El árbol de Navidad representa él haber recobrado dichos dones gracias al sacrificio de Jesucristo.
Los adornos del árbol y las luces que se encienden representan el nuevo estado paradisíaco que el amor de Cristo nos prepara.
La tradición de adornar el árbol navideño parece que se inició en Alemania y Escandinavia en los siglos XVI y XVII, extendiéndose posteriormente a otros países europeos.
Para su decoración se emplea en la actualidad una gran diversidad de objetos y elementos, siendo los más tradicionales:
1) Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
2) Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas (en algunas regiones también llamadas bambalinas), que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
3) Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
4)Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.
La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera, con particular incidencia del abeto) representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno simboliza un tipo:
El azul las oraciones de reconciliación.
El plata las de agradecimiento.
El oro las de alabanza.
El verde de abundancia, fortaleza y de naturaleza.
Fuentes.
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81rbol_de_Navidad
http://mercaba.org/LITURGIA/Nv/la_historia_del_arbol_de_navidad.htm
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