Documentos de Corea del Sur conservados hasta nuestros días están siendo utilizados ahora para conocer mejor los fenómenos solares.
“La relación de Corea del Sur con el Clima Espacial no es precisamente nueva”, apuntan desde el Observatorio del Clima Espacial español, “se sabe de anotaciones meticulosas de los procesos solares desde el 640 después de Cristo, más de mil años antes de las primeras observaciones de Galileo o Fabricious”
Ahora son precisamente algunas de esas anotaciones más detalladas, tomadas durante la Dinastía Goryeo (Goryeo-Sa) entre el 918 y el 1392 de nuestra era –casi 500 años de observaciones solares cuando nuestras observaciones modernas actuales apenas se remontan a ciento sesenta–, las que están siendo estudiadas.
Se anotaba con esmero las formas de las manchas solares que observaban en el sol, su número, su disposición y tamaño, categorizándolas.
Pero no sólo observaban y anotaban las manchas sobre la superficie del astro rey, sino también las distintas auroras boreales que se fueron produciendo sobre Corea del Sur a lo largo de los siglos, y que aparecen anotadas bajo el nombre de “la energía roja” poniendo idéntico esmero en reflejar su tono, formas y distribución en sus textos.
Todo un tesoro de observaciones conservado hasta nuestros días que está siendo utilizado ahora para tomar una más completa comprensión de los fenómenos solares arrojando nueva luz sobre la existencia de ciclos solares de 10,5 años junto a otros de 97, al tiempo que ciclos de 10 años y de 87 para las auroras.
fuente : nuevatribuna.es
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